Jugar con la comida es una herramienta que los padres pueden utilizar para fomentar la independencia, la confianza a la hora de probar cosas nuevas y hacer de la comida una experiencia alegre.
"Cuantos más sentidos se utilicen en una actividad, más aprenderá y retendrá su hijo. Jugar con la comida le permite a su hijo ver, oler, sentir, oír (¿cómo suena cuando aplastas un guisante o rompes un pretzel?) e incluso saborear. Esta experiencia sensorial ayuda al desarrollo del lenguaje, las habilidades para resolver problemas, la concentración y la comodidad para probar cosas nuevas".
- Escuela preescolar de artes creativas de la UDA